¿Cómo afecta la sequía a la producción de energía eléctrica?
Este invierno en España hemos visto en las noticias y sufrido en nuestros bolsillos una subida de la luz en la factura de energía eléctrica. Por si fuera poco, los hogares españoles sufrieron una subida media del 10 % en su recibo por la sequía que afecta casi a la totalidad de la península ibérica. Se calcula que, en lo que llevamos de año, España ha generado un 55 % menos de electricidad mediante la energía eléctrica hidráulica tras registrar el año más seco de los últimos cinco, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
Los embalses españoles se encuentran a poco más de 50 % de su capacidad cuando hace un año registraban agua almacenada por encima del 81 %, un gran descenso que trae fuertes consecuencias en la producción eléctrica. Ya que se dispone de menos agua para fabricar energía, pasando de más de 25.000 GWh a casi la mitad, 13.000.
¿Qué significa esto? que al contar con menos agua embalsada, tanto embalses como ríos ven menos curso de agua para producir luz, por lo tanto menos potencia y agua significa menos electricidad. Esta reducción supone tener que recurrir a otro tipo de energías, más caras y contaminantes, provocando un mayor coste para el usuario, pero también para las grandes eléctricas y empresas de redes de distribución.
Impacto de la sequía en el sector hidroeléctrico:
Las regiones donde se está sufriendo sequías y que cuentan con estaciones hidroeléctricas están sufriendo una grave disminución de producción de energía eléctrica que llega al 70 % en algunos casos. Se trata de un gran inconveniente si dependemos de esta fuente.
Con una mayor disponibilidad de agua en los años más húmedos, ocurre todo lo contrario, cuando se llega a a doblar la producción gracias a los recursos hídricos existentes. No obstante en verano, época de estiaje, la producción de energía eléctrica hidráulica cae a mínimos siendo la fuente menos usada (por ejemplo: en un mes de agosto, el 38 % de la electricidad era de centrales térmicas; el 24% de la eólica, el 22% de la nuclear y apenas un 4% de la hidroeléctrica).
Impacto en la sociedad y medio ambiente:
Cuando un periodo de pertinaz sequía se produce, las consecuencias no solo las sufren las empresas eléctricas, también los consumidores y el medio ambiente.
Los consumidores ven alterado su recibo de la luz al tener que contar con alternativas de producción más caras. El coste variable de la generación hidroeléctrica es muy bajo, por lo que provoca menores precios. Pero si falla, se repercute en el cliente final la ausencia de la producción de esta energía.
Por otro lado, el medio ambiente sufre un gravísimo impacto al tener que recurrir a otras alternativas más contaminantes, provocando una mayor emisión de gases a la atmósfera. Hablamos por ejemplo de recurrir el carbón, altamente contaminante, así como los ciclos combinados gasistas.
Cómo evitar los problemas derivados de una sequía
Los problemas de un largo periodo de sequía son numerables en todo el mundo, entre ellos España, amenazando a la capacidad de generación de energía. Para ello, debemos tener en cuenta algunas medidas que se podrían tomar para evitar problemas mayores:
> Mejorar las herramientas actuales para optimizar el uso del agua para producir electricidad.
> Impulsar directrices nuevas para ayudar a gestionar a los países sus recursos de una manera más razonable y sostenible, sin depender de una fuente.
> Evaluar las consecuencias económicas, ambientes y sociales de los problemas derivados de la escasez de lluvias.
> Considerar la capacidad y las limitaciones reales de estas instalaciones y prevenir las posibles restricciones si se produce sequía.
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