¿Cómo afectan los cambios de temperatura a nuestras tuberías?

En las casas existen instrumentos especialmente importantes para el desarrollo de la vida diaria. Accesorios sin los cuales sería imposible realizar alguna tarea y a los que, por tanto, se les debe prestar una mayor atención, sobre todo durante ciertos momentos del año. Uno de ellos es el sistema de tuberías que sirven tanto para suministrar agua al hogar como para desalojar la que se ha usado en los diferentes quehaceres domésticos: desde la recogida en los cubos para limpiar, a la que ha servido para las duchas o los baños.

Sin embargo, aun cuando algún problema en ellas supondría un inmenso dolor de cabeza para todos los miembros de una casa -al impedir realizar esas actividades completamente necesarias-, no se suele poner mucho empeño en el mantenimiento de tuberías. Un proceso sencillo, este, que debe hacerse, sobre todo, cuando las temperaturas son más extremas. Tanto por la dilatación que pueden llegar a sufrir como por el frío que deben soportar o la sequedad que llegan a alcanzar.

    

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Las tuberías en invierno y verano

En un clima mediterráneo u oceánico, como en el que se encuentra la mayor parte de la Península Ibérica y las islas Baleares, existen dos estaciones a lo largo del año en el que se dan las temperaturas más excesivas: invierno y verano.

El frío de enero o febrero puede provocar que se congelen los conductos, siendo, principalmente, las que están expuestas al exterior –de piscinas o para regar los jardines- las que más problemas pueden llegar a tener. En ese caso, sobre todo si los materiales de los que están elaboradas son de plástico o cobre, se puede llegar a deformar, agrietándose o rompiéndose. Sea de una forma u otra, provocarán que el agua que circula se escape, generando graves complicaciones que pueden afectar al edificio y que necesitará un arreglo importante y urgente.

Si no se van a utilizar, cerrar las llaves de paso y sacar todo el líquido que haya a lo largo de ellas sería un primer paso para que el agua, al dilatarse, no provoque problemas tan serios.

De similar índole, se podrán llegar a dar accidentes generados por la falta de mantenimiento durante el verano. Quizás sea en esta estación cuando más sufren estas cañerías como consecuencia no solo de los cambios de temperatura, sino también de la menor atención que se les suele prestar. Y es que la arena de la playa o el césped del jardín pueden suponer inconvenientes en un momento especialmente delicado, ya que con el calor suelen estar muy resecas.

Si la problemática procede de estos elementos que pueden llegar a atascarlas o que, probablemente, generen muy malos olores que inunden el conjunto del hogar, la solución más sencilla será hacer que no entren en las tuberías. Tener cuidado, por tanto, o poner rejillas o filtros que eviten el paso de esta arena al interior serán acciones fáciles y que todo el mundo puede realizar.

El mantenimiento de tuberías: el elemento esencial para cualquier estación

Sea en verano, en invierno o en cualquier otra estación del año, se debe estar alerta y saber que cualquier tipo de problema que se pueda generar en las tuberías de las casas va a suponer un grave quebranto en la vida del hogar. Es, por ello, que es mejor conocer cuál es el estado de todo este sistema que recorre las paredes y suelos. Un buen mantenimiento se hace indispensable para evitar sustos y esto es algo que siempre deben llevar a cabo profesionales. Profesionales y expertos como los que trabajan para aconsejarle, y que podrá encontrar a lo largo de todas las estaciones, en Eusitrade.

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