Consejos prácticos para el mantenimiento de tuberías
En cualquier empresa o industria y, sobre todo, en aquellas en las que el agua forma una parte importante de la actividad diaria, el mantenimiento de tuberías debe convertirse en un proceso más a tener en cuenta, ya que de dicho proceso va a depender, en gran medida, la propia calidad del agua, además de prevenir accidentes y problemas futuros, tales como escapes de agua, malos olores, etc.
En líneas generales, el deterioro de las tuberías va a depender, en cierta medida, de la fecha en la que se instalaron, ya que las tuberías más antiguas corren el peligro de sufrir deterioros a medida que pasa el tiempo.
No obstante, hay otros aspectos que pueden provocar un mayor deterioro de estas tuberías. Hablamos, por ejemplo, de su uso para deshacerse de determinados residuos. Además, la ausencia de un plan de mantenimiento de tuberías también puede provocar un deterioro más rápido del que se produce en circunstancias normales.
Por ello, uno de los primeros aspectos a tener en cuenta es ser conscientes de la necesidad de revisar y limpiar las tuberías de forma periódica (por ejemplo, una vez al mes).
A partir de aquí, se pueden tener en cuenta determinadas pautas, que van a conseguir no solo aumentar la vida útil de las tuberías, sino también mejorar considerablemente su funcionamiento.
Consejos para el buen mantenimiento de las tuberías
1. En la medida de lo posible, se debe evitar el uso de productos químicos destinados, precisamente, a los desatascos. Este tipo de productos suele ayudar a alcanzar este fin. No obstante, suele contener sustancias muy corrosivas, que pueden llegar a dañar los materiales de los que están hechas las tuberías.
Así, en situaciones de desatascos, lo mejor es contar con los servicios de alguna empresa especializada en la limpieza de tuberías. Con ello se conseguirá eliminar completamente el desatasco sin dañar las tuberías.
En el caso de que acabemos usando alguno de los productos químicos existentes en el mercado, es imprescindible leer detenidamente sus instrucciones, ya que muchos de ellos deben ser usados cumpliendo algunos requisitos.
2. Por otro lado, un elemento a valorar en el mantenimiento de las tuberías es la presión del agua. Tanto es así que se trata de uno de los factores que más pueden generar problemas en los grifos, válvulas y tuberías. En este sentido, es conveniente estudiar la presión de las tuberías, para usar siempre la más adecuada, teniendo en cuenta las necesidades de cada empresa o industria.
3. Otra posibilidad es instalar sistemas destinados a ablandar el agua, es decir, reducir su contenido en calcio o magnesio, principalmente, que son minerales que pueden llegar a obstruir las tuberías por los residuos que dejan.
4. Aunque parezca obvio, siempre es bueno recordar a todo el personal que pueda estar implicado que no se deben verter residuos a las tuberías y, sobre todo, cuando hablamos de aceites u otros productos parecidos. En el caso de que estos productos acaben en las tuberías, pueden llegar a producir obstrucciones en la red.
5. Además de todo lo comentado anteriormente, según el tipo de industria de la cual se trate, puede ser muy necesaria la instalación de trampas de grasa en distintos puntos de la red de tuberías. Su uso puede aportar una serie de beneficios que seguro que consiguen mejorar el funcionamiento de las tuberías, reducir los costes de mantenimiento, etc.
Teniendo en cuenta todos estos consejos, seguro que se consigue contar con una red de tuberías que cumple a la perfección con su función en la empresa. Así, se evitarán problemas futuros que puedan provocar más de un dolor de cabeza.
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